CANTÓ LA GALLINA

A consecuencia del sospechoso interés de buena parte de la comisión taurina por dar la plaza a Circuitos Taurinos, aún no siendo la mejor oferta presentada, el señor Pecharromán ha decidido abandonar el comité. Al final parece ser que la plaza ya estaba adjudicada desde un principio como bien denunció hace unos días la Asociación Española de Empresarios Taurinos. Me vienen a la memoria las palabras de un gran aficionado y crítico taurino.


Si daña a la fiesta de los toros la insinceridad,no la daña menos el conformismo. Llamaremos conformismo a esa falta de interés por que las cosas se hagan bien; a esa aceptación de hechos consumados, sin reacciones que obliguen a la enmienda; a esa entrega dócil al abuso y al engaño; a la renuncia fiscal que se observa en sectores que pueden ser decisivos.

Tranquilizan su afición los conformistas diciendo que es achaque antiguo, que siempre pasó lo mismo. Antiguo es el delito y no lo admitimos por antiguo, ni aceptamos al delincuente, sino que le oponemos un código defensivo. Antiguo es el pecado,contra él que luchamos con la penitencia. La antigüedad del mal no justifica su resignada aceptación. Pero analicemos eso de que siempre pasó lo mismo. Que el abuso estuvo siempre al acecho - como el delito -, es cierto.Qué se aceptó el abuso, que se transigió con él, no es verdad. Lo cierto es que al abuso se le opuso siempre el dique de la disconformidad y de la protesta en todos los tonos.

( Gregorio Corrochano )


Pero cuando las peñas se asemejan a chirigotas y comparsas y olvidan que su cometido es la defensa de la fiesta, y no contento con ello, se suman con políticos (expertos del desconocimiento taurino) que se erigen en sabios...La adjudicación de la plaza de Toros pierde toda transparencia, seriedad y legitimidad. De esta manera la conformidad, el abuso,el engaño y finalmente el delito están garantizados, quedando los aficionados de verdad a merced del delincuente y sus cómplices. ¿Será esto lo que esté pasando?...