TARDE DE ARTE y ARREBATO EN El PUERTO

Cartel de arte y de no hay billetes en el coso Portuense. Toros de Cuvillo, bien presentados y que se vinieron arriba en banderillas. El tercero de nombre - Indignado - premiado con una excesiva vuelta al ruedo, protestada.

Arrancaba la tarde con algo de retraso, calor y ambiente en los tendidos. La calurosa ovación a los diestros al principio hacia presagiar una tarde, cuanto menos bonita. Salio el primero y las verónicas y media de corte made in Morante, fueron lo único reseñable. El invalido primero solo permitió un corto macheteo. Le toco el turno a Manzanares, dispuesto a escribir su nombre en la tarde. Faena de gusto sacando lo poco de un toro de poca clase, midió los tiempos. Oreja. Quizá exagerada.

A partir de ese momento se desato la locura en el coso, salia el tercero y salia el duende, soplo, las bolitas, o lo que se suponga que le ha dado Dios a un Torero vestido de azabache. Verónicas con sabor, distintas, de las del mentón hundido. Sin moverse del sitio Morante dejo dibujado un cartel de toros. Empezó la faena por bajo sometiendo a un toro crecido. Sabor de otros tiempos, naturalidad, torería, naturales arrebatados. La plaza loca, en pie con un Morante entregado al arte y la cultura y jugandose los muslos en mas de una ocasión. Pinchazo en el sitio y buena estocada. Dos orejas.

Replico Manzanares con otra faena de clase y enjundia. Buen quite por chicuelinas. Cogió la muleta para templar a otro toro de cuvillo que dio buen juego. Rematadas las faenas con cambios de mano y con la gracia propia de tardes como esas. Fue en el sexto toro donde corto las dos orejas. No solo el, sino Manzanares y toda la cuadrilla. De los que hacen afición fue el tercio de banderillas. Sembrado Trujillo pareando acompañado por Blazquez y Curro bregando. La faena de muleta era otro capitulo al toreo, entregado torero a la plaza rompieron las series buenas y las doa orejas llegaron obra de una faena hecha de principio a fin.

Antes había tenido lugar otra faena histórica. La perfecta imperfección Morantista. Capote para enmarcar el de la Puebla. Pidió la plaza banderillas y hubo banderillas de los dos maestros. Tercio mas emotivo que bueno. Llevo buen susto Morante al salir de parear cuando hizo hilo con el el toro y le propino un varetazo. Tras unos minutos inciertos, tocaron arrebato de nuevo en el cielo. Volvió la silla y no era toro de silla, la arrastro con el por la plaza mientras que escribía muletazos de oro por el albero. Sonaba la música, no daba crédito la plaza a lo que sucedía en el ruedo. Ataco Morante al toro en una faena corta pero intensa de majestuosidad marismeña. Otras dos orejas.

Y así termino la tarde con palmas por bulerías, en una tarde histórica en la que Morante, Manzanares y la Banda dejaron bien claro el arte de una fiesta única en sentimientos. Marcharon a hombros por el pasillo de la gloria entre aficionados toreando por las calles. Y es que el que no haya visto una tarde de toros en el Puerto, no sabe lo que es un día de toros.

Sonó el pasodoble Morante de la Puebla en el tercero y Concha Flamenca en el quinto.

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