Se lidiaron astados de Sanchez Arjona, mal presentados, con muy poca cara y que acusaron la falta de fuerzas y de bravura. Apenas se les castigó en varas. En definitiva una presentación que debería ser impropia de esta plaza. Se protestó en repetidas ocasiones el ultimo de la tarde pero el palco no accedió a su devolución.
Quien a estas alturas dude de la calidad, la suavidad, el temple y el gusto de Uceda Leal, puede ir a hacérselo mirar, pero algo parecido tendría que suceder si el mero hecho de estar por encima de tu lote es motivo para abrir una Puerta Grande. A día de hoy y pese a quien le pese, es el toro el que condiciona que un tendido se emocione, de valor a una faena, reconozca el esfuerzo ante astados complicados.... Es el que manda, pero victimas de esta tauromaquia moderna, la mayoría se ha limitado a juzgar las faenas sin atender al comportamiento que haya desarrollado su oponente. Por eso cuando sale una corrida como la de ayer uno solo puede limitarse a destacar la actitud de los tres toreros, sobradamente preparados y sin dudas ante sus lotes. El que luego se premien faenas llenas de pases en las que no ha habido toro y en consecuencia no ha habido emoción, eso y permitanme decirlo, me parece una mentira. Una mentira que no hace mas que daño a la propia fiesta. La ley del todo vale que solo sirve para dar importancia al torero, olvidarnos de quien hace posible la lidia y eliminar como premios las ovaciones y vueltas al ruedo, pues parece ser que de unos años a esta parte carecen de prestigio alguno. Y esa fue la linea general de otra corrida en la que Uceda se fue a hombros y Sebastian Castella y Perera, habiendo montrando valentía y quietud, a pie; A medio toros, medias varas, medias faenas e iguales triunfos...
Muy conocida es la expresión: el toro pone a cada uno en su sitio, pero para que eso sea posible deben recuperarse dos realidades; El Toro y la importancia de juzgar en función del Toro....Hasta entonces, Dios se apiade de nosotros.
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