Punto Final

Se acabó la feria. La ultima de la tarde correspondía a la ganadería de Garcigrande. Comenzo el día con los típicos problemas de las figuras. Parece ser que los toros algo mas voluminosos no fueron del agrado de ciertas figuras y de ese modo hubo dos de ellos que no se lidiaron. La corrida no estaba bien presentada. Toros cómodos por delante, estrechos y mal hechos. Prueba de ello era el largo sexto que con 604 kilos no se le veía la morfología por ninguna parte.

Abría cartel Ponce que mantuvo la muleta a media altura en su primero, para así mantener en pie a su oponente. Todo muy suave y templadito, igual que la embestida bobalicona del que tenia enfrente. En su segundo se vio a un Ponce mucho mas metido en la tarde. No tan distante como acostumbra, haciendo las cosas bien y toreando. Todo ello después de que se le recriminara desde el público su primera parte de faena. En frente contó con la colaboración habitual de un toro moderno. Embestida dócil que permite las caricias del torero. Poco peligro y emoción. Por otro lado, ayer El Juli se olvidó del toreo retorcido que acostumbra y se centro en poder al toro y enseñarle a embestir. Faena muy técnica. La típica faena que apetece ver con un toro importante, encastado y bravo que esté al mismo nivel de la capacidad de Julián. De la mano izquierda de Perera se pudo ver en el que cerró feria los mejores naturales de la tarde y muy posiblemente de la feria. Dos tandas destacaron por encima de las demás. Dos tandas que no son pocas viendo la mala feria que se ha echado este año. Tres toreros que bien podrían haber contribuido a soñar a un más con la corrida de La Quinta pero que se ven disminuidos ante ese ganado.

Hasta aquí hemos llegado. Decimos adiós a la feria y a siete años en los que, con toda la buena intención, he tratado de contar lo que ocurría en Gijón durante estas fechas. ha llegado el momento de disfrutar de las próximas ferias tranquilamente sin las prisas de escribir o subir fotos. Muchas Gracias a todos los que por aquí se han pasado y hasta la próxima tarde de gloria que merezca ser contada.