Emoción, exigencia y novilleros; Esos grandes desconocidos.

Se inicia el abono en el Bibio con una novillada de horario nocturno. Novillada bastante desigual de presentación y "escurridita" la que trajo ayer Nazario Ibañez. Muy cómoda toda ella. No se libro ni uno; Gran mansada carente de casta alguna y con poco que ofrecer de cara al aficionado.

Cuando uno va a una novillada, se imagina chavales jóvenes, ansiosos de triunfo, con ganas de comerse el mundo, inexpertos y al mismo tiempo capaces de aguantar carros y carretas o ver pasar a su oponente extremadamente cerca. Como teoría esta bien, pero viene la practica, la hora de la verdad y uno se pierde. Y se pierde porque lo visto ayer se parece, preocupantemente, a una corrida de toros precoz, llena de figuritas y por tanto repleta de vicios. 

Si hay alguien que puede salvarse, de quien se vean mas aptitudes, este es Garrido. Si bien su toreo no fue ni de lejos lo mejor que puede haber en el escalafón, tiene una serie de matices que a base de pulir, le harán ganar una pequeña batalla para diferenciarse del resto de sus compañeros. En torero toda la noche, cargando la suerte por momentos. Y de la misma forma que comento esto, digo que sus naturales fueron muy Manzanaristas, aseados y en linea recta. Lo dicho, lleno de vicios.

En cuanto a sus compañeros, nada destacable, sus errores y su falta de colocación en el toro, así como el comportamiento reservón y "cabrón" de su oponente, dieron lugar a multitud de sustos y volteretas que mientras que a uno, Espada, le sirvieron para arrancar una oreja, a su compañero Vanegas le enviaron a la enfermería con una rotura de ligamentos.

Esta tarde Juli, Perera y Talavante en el cartel. Esperemos no se regalen las orejas.

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